El aborto recurrente o aborto de repetición está definido por la OMS cuando hay un aborto espontáneo en 3 o más embarazos antes de la semana 20-22 de embarazo, es decir, antes de que el feto sea viable o pese menos de 500 gramos.
El aborto recurrente o aborto de repetición está definido por la OMS cuando hay un aborto espontáneo en 3 o más embarazos antes de la semana 20-22 de embarazo, es decir, antes de que el feto sea viable o pese menos de 500 gramos.
Los abortos de repetición afectan entre un 3% y un 5% a las parejas que intentan concebir, siendo este porcentaje mayor en mujeres mayores de 40 años. Existen dos tipos de aborto recurrente:
Es importante señalar que la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) no son considerados en el diagnóstico del aborto recurrente.
Es la causa de aproximadamente el 50% de los abortos espontáneos. En el caso de abortos de repetición, entre el 3% y el 8% de las parejas presentan alteraciones genéticas en los progenitores que pueden dar lugar a embriones no viables. Esto es más probable en mujeres de edad avanzada, debido a la disminución de la calidad ovocitaria y la mayor incidencia de aneuploidías.
as alteraciones en el sistema inmunitario pueden ser responsables de los abortos recurrentes, como por ejemplo las trombofilias causando problemas en la circulación sanguínea hacia el feto, resultando en la pérdida del embarazo.
Malformaciones o alteraciones en el útero, como el útero septo, miomas submucosos o el síndrome de Asherman, pueden dificultar el desarrollo normal del embarazo.
Es la causa menos común, relacionado con problemas hormonales como por ejemplo la insuficiencia del cuerpo lúteo, diabetes no controlada y trastornos tiroideos.
El diagnóstico del aborto recurrente o de repetición conlleva la realización de varias pruebas para identificar la causa subyacente, como cariotipos de los progenitores, estudios de la anatomía uterina, análisis hormonales e inmunológicos… En muchos casos, estas pruebas no revelan una la causa y el origen específica, lo que se conoce como aborto recurrente idiopático.
El tratamiento de aquellas pacientes que sufren abortos recurrentes dependerá de la causa y el origen de este.
En algunos casos en los que los embriones fueron transferidos en estado de blastocisto con una buena calidad, tendríamos que valorar si los embriones tienen alteraciones genéticas en el número de cromosomas ya que estos podrían provocar dichos abortos. Para ello, se realiza un DGP de aneuploidías (PGT-A) y seleccionaremos los embriones sin alteraciones cromosómicas, genéticamente normales para aumentar las posibilidades de un embarazo viable que llegue a término.
Cuando el origen de los abortos de repetición no tiene su origen en las alteraciones genéticas embrionarias, debemos prestar especial atención a otras causas sistémicas como las trombofilias, ya que existen pacientes que tienen un aumento de la coagulación sanguínea y puede dificultar la gestación hasta término. Para ello, el tratamiento con heparina, un anticoagulante, o la aspirina puede prevenir fallos de implantación.
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