El hipotálamo o la hipófisis no envía las señales hormonales necesarias para que los testículos funcionen correctamente. Puede ser causado por lesiones, tumores, enfermedades crónicas o el uso de ciertos medicamentos. Una condición hereditaria asociada es el síndrome de Kallmann, donde además del hipogonadismo, los pacientes pueden presentar pérdida del sentido del olfato.
La diabetes mal controlada puede afectar la calidad del semen al dañar el ADN de los espermatozoides. Unos niveles elevados de glucosa en sangre pueden provocar defectos en la reparación del ADN y aumentar la fragmentación del ADN de los espermatozoides, reduciendo su capacidad para fecundar un óvulo.
Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden interferir con la maduración de los espermatozoides y afectar su calidad. No todos las alteraciones de la tiroides afectan la fertilidad.
Los niveles de prolactina en la sangre son demasiado altos, lo cual puede reducir la producción de las hormonas FSH y LH, esenciales para la formación de espermatozoides, que puede conllevar una disminución en la cantidad de espermatozoides (oligozoospermia) y problemas como disfunción eréctil o pérdida del deseo sexual.
La infertilidad masculina causada por un factor testicular tiene su causa en alteraciones en los testículos, originados por problemas congénitos, es decir desde el nacimiento, como el síndrome de Klinefelter, o a factores adquiridos y desarrollados con el tiempo como infecciones, traumatismos, uso de fármacos, o condiciones como el varicocele.
Todas las alteraciones genéticas que causan una infertilidad masculina son congénitos, es decir, vienen determinados desde el nacimiento:
Factores que pueden afectar directamente en los testículos y dificultar la consecución de un embarazo de manera natural.
Anomalía congénita en la que uno o ambos testículos no descienden al escroto desde el abdomen o el canal inguinal. Es una de las malformaciones genitales más comunes en los recién nacidos y puede afectar la fertilidad en adultos. Los testículos necesitan una temperatura menor para la producción óptima de espermatozoides, por lo que, si el descenso no ocurre correctamente, puede haber riesgos asociados con la fertilidad y la salud testicular en el futuro.
La causa puede ser anomalías en el ligamento que sostiene el testículo, obstrucciones mecánicas, deficiencias hormonales, o causas genéticas. También influyen factores de riesgo como el bajo peso al nacer o la exposición a tóxicos durante el embarazo.
El diagnóstico se realiza mediante un examen físico y, si es necesario, pruebas complementarias como ecografías o resonancias magnéticas. En casos complejos, se puede recurrir a la laparoscopia para localizar el testículo.
En caso de que el testículo no desciende espontáneamente antes del primer año, se recomienda la cirugía (orquiopexia).
Dilatación de las venas testiculares, en uno o los 2 testículos, causado por una acumulación de sangre, lo cual puede elevar la temperatura testicular y reducir la calidad seminal.
En muchos casos, el varicocele no presenta síntomas. En caso de sintomatología, puede darse dolor, hinchazón en el escroto, y cambios en el tamaño del testículo afectado.
El diagnóstico se realiza mediante exploración física y, si es necesario, ecografía. El varicocele se clasifica en tres grados, desde el más leve (grado 1, difícil de detectar sin maniobras específicas) hasta el más severo (grado 3, visible a simple vista).
La varicocelectomía consiste en una cirugía para restaurar la temperatura normal del testículo y mejorar la calidad seminal. La cirugía generalmente tiene una alta tasa de éxito y rápida recuperación.
Inflamación dolorosa del testículo que puede ser unilateral (afectando un testículo) o bilateral (afectando ambos).
La orquitis suele ser causada por infecciones virales (como el virus de las paperas) o bacterianas (como gonorrea, sífilis, y clamidia), pero también puede ser causada por infecciones en el epidídimo, próstata, o vías urinarias.
Los síntomas incluyen dolor intenso en el testículo, inflamación, fiebre, dolor al orinar o durante relaciones sexuales, y en casos graves, puede haber presencia de sangre en el semen y disminución de la libido. La inflamación puede llevar a una atrofia testicular si no se trata adecuadamente.
El diagnóstico se realiza mediante un examen físico y pruebas adicionales como análisis de orina, seminograma, y ecografía testicular para descartar otras condiciones como la torsión testicular.
La orquitis puede afectar la fertilidad, por el aumento de temperatura testicular causada por la inflamación, dañando la producción de espermatozoides. En casos graves, puede llevar a azoospermia (ausencia de espermatozoides) y necesidad de tratamientos de reproducción asistida.
El tratamiento de la orquitis depende de la causa, con antibióticos para orquitis bacteriana o antiinflamatorios para la orquitis viral.
Acumulación anormal de líquido en el saco escrotal, entre el testículo y la túnica vaginal. Puede ser unilateral (en un testículo) o bilateral (en ambos testículos). El Hidrocele Congénito, común en recién nacidos, se da cuando el conducto por el que descienden los testículos no se cierra completamente y el líquido del abdomen entra en el escroto. Suele desaparecer por sí solo en los primeros 18-24 meses. En caso del Hidrocele Adquirido en adultos se causa por inflamaciones, infecciones, traumatismos o complicaciones de cirugías en la zona testicular.
El hidrocele generalmente causa una hinchazón indolora del escroto y a veces, dolor o enrojecimiento.
Su diagnóstico se realiza mediante palpación, transiluminación (prueba con luz que muestra el líquido claro dentro del escroto) y/o ecografía.
El tratamiento solo es necesario si el hidrocele causa molestias o crece mucho.
Defecto congénito que se produce durante el desarrollo fetal caracterizado por una formación anormal de los testículos, resultando en un tamaño reducido en comparación con lo normal. Esta condición puede afectar la fertilidad masculina, ya que suele llevar a una menor producción de semen y espermatozoides.
La infertilidad masculina por factor postesticular se refiere a problemas que afectan a los espermatozoides una vez que han salido de los testículos, generalmente por obstrucciones o alteraciones en las vías por donde los espermatozoides deben viajar para ser expulsados durante la eyaculación.
Dificultad para mantener una erección suficiente para la eyaculación, impidiendo así la transferencia de espermatozoides.
El semen regresa a la vejiga en lugar de ser expulsado por la uretra. Esto puede ser causado por diabetes, ciertos medicamentos o cirugías en la próstata.
El tratamiento en estos casos es quirúrgico:
El diagnóstico se realiza en primer lugar por un seminograma que revela baja concentración de espermatozoides (oligospermia) o ausencia total (azoospermia), lo que indica problemas postesticulares.
Algunos casos, tras un estudio exhaustivo y buscar un diagnóstico, no se identifica una causa específica de la infertilidad, denominado infertilidad idiopática o sin causa aparente, para los cuales, el tratamiento más recomendado es fecundación in vitro o una ovodonación e incluso la realización de un Diagnóstico genético Preimplantacional (DGP), por si hubiese alteraciones en los cromosomas no analizados.